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Terapia neural para cicatrices: más que una simple marca en la piel

Las cicatrices son una parte natural del proceso de curación del cuerpo, pero a menudo se perciben solo como un problema estético. Sin embargo, desde la perspectiva de la terapia neural, una cicatriz puede ser mucho más: puede convertirse en un campo de interferencia que afecta el sistema nervioso y, por ende, la salud general. En este artículo, exploraremos qué es la terapia neural, cómo actúa sobre las cicatrices y por qué es una herramienta valiosa en la fisioterapia.

 

¿Qué son los campos de interferencia?

La terapia neural, desarrollada por los hermanos Huneke en Alemania, se basa en la idea de que los desequilibrios y enfermedades crónicas pueden ser causados por áreas del cuerpo que «interfieren» con el correcto funcionamiento del sistema nervioso autónomo. Estas áreas, llamadas campos de interferencia, pueden ser cualquier tejido dañado, desde amígdalas crónicamente inflamadas hasta, de manera muy común, las cicatrices.

Cuando una cicatriz se forma, el tejido conectivo se reorganiza de manera desordenada. Esto puede atrapar fibras nerviosas, vasos sanguíneos y linfáticos, alterando la conducción nerviosa y provocando una cascada de efectos a distancia. Por ejemplo, una cicatriz de una cirugía de apendicitis en el abdomen podría estar relacionada con un dolor de hombro persistente o una migraña crónica, sin que el paciente o incluso el médico lo relacionen inicialmente.

 

La terapia neural como solución

La terapia neural utiliza pequeñas inyecciones de un anestésico local, generalmente procaína, en puntos específicos del cuerpo, incluyendo la cicatriz misma. La procaína tiene un efecto regulador y repolarizante sobre las membranas celulares, ayudando a restablecer el potencial eléctrico normal del tejido.

Al inyectar la procaína en la cicatriz, el objetivo es «desbloquear» el campo de interferencia. Es común observar lo que se conoce como un fenómeno de segundos Huneke: una mejora o desaparición inmediata de los síntomas a distancia, lo que confirma que la cicatriz era, en efecto, la causa del problema.

El procedimiento es relativamente sencillo:

  1. Evaluación: El terapeuta localiza la cicatriz y evalúa su textura, color y la sensibilidad del paciente.
  2. Inyección: Se aplica una pequeña cantidad de procaína de forma superficial, justo por debajo de la piel.
  3. Observación: Se espera la reacción del paciente. A menudo, la piel alrededor de la cicatriz cambia de color, se ablanda o los síntomas distales desaparecen en cuestión de minutos.

 

¿Qué tipo de cicatrices se pueden tratar?

Casi cualquier tipo de cicatriz puede ser un campo de interferencia, incluyendo:

  • Cicatrices de cirugías (cesáreas, apendicectomías, etc.).
  • Cicatrices de heridas o accidentes.
  • Cicatrices de acné o quemaduras.
  • Incluso cicatrices de piercings o tatuajes.

Es fascinante cómo una simple marca puede tener un impacto tan profundo. Mientras que para la eliminación de la tinta de un tatuaje se suele recurrir a técnicas como el láser para eliminar tatuajes o la remoción quirúrgica, el impacto neurológico de estas marcas en la piel se aborda desde una perspectiva completamente distinta. La terapia neural no busca borrar la cicatriz físicamente, sino neutralizar su efecto sobre el sistema nervioso, permitiendo que el cuerpo recupere su equilibrio.

 

Beneficios y consideraciones

El tratamiento con terapia neural para cicatrices ofrece múltiples beneficios:

  • Alivio de síntomas a distancia: Desde dolores crónicos hasta disfunciones orgánicas.
  • Mejora de la movilidad: Las cicatrices a menudo limitan el movimiento. La terapia neural puede liberar las adherencias y mejorar la flexibilidad.
  • Mejora de la apariencia: Aunque no es el objetivo principal, las cicatrices tratadas a menudo se vuelven más suaves, menos rojas y menos prominentes.

Es crucial que el tratamiento sea realizado por un fisioterapeuta, médico u otro profesional de la salud con formación específica en terapia neural. No es un procedimiento para hacerse en casa.

 

Conclusión

Las cicatrices son testimonios de la historia de nuestro cuerpo. Sin embargo, a veces esa historia se graba tan profundamente en el tejido que comienza a interferir con la salud. La terapia neural para cicatrices ofrece una perspectiva única y efectiva, demostrando que al abordar una simple marca en la piel, podemos lograr una mejora significativa en la calidad de vida. Es un recordatorio poderoso de la intrincada conexión entre nuestra piel, nuestro sistema nervioso y nuestro bienestar general.

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